La majestuosa Gavieru más popularmente conocida como El Silencio tiene situada al este otra maravilla fotográfica como es Lairin y en medio de ellas la que yo creo es menos conocida, aunque con seguridad algún visitante inquieto del Silencio habrá llegado hasta ella sin saber ni siquiera previamente de su existencia y por nombre La Barquera.
Para llegar hasta ella hay dos formas de hacerlo, bien sea desde Castañeras o Novellana localidades de Cudillero que comparten la misma salida desde la Autovía del Cantábrico .Si lo hacemos desde Castañeras tendremos que dejar el coche en el mismo lugar que lo haríamos para ir hasta el Silencio, y justo antes de las escaleras de bajada tomar un camino a nuestra derecha que atravesando un prado y un riachuelo nos llevará hasta la Cala El Riego desde la cual se observa la playa que hoy me ocupa -antiguamente un tronco de árbol adecuado como escalera salvaba el desnivel entre ambas tornándose hoy mucho más complicado al hacerse mediante una cuerda-.En cambio si lo hacemos desde Novellana, habrá que dirigirse al Chalet conocido como "El Silencio" para en última instancia coger un camino a nuestra derecha -no apto para turismos-que nos llevará hasta un establo semiderruido para ovejas , el cual deberemos bordear dejándolo a nuestra izquierda para una vez llegados a la esquina del prado advertir un somier a modo de portilla que nos dará paso a la bajada a esta playa .
La primera imagen que tuve de La Barquera hace muchos años me impresionó pues desde determinada perspectiva el gran islote alargado que allí se encuentra adquiere visos de impactante monolito...
Su altura -29 mts- impresiona comparándolo con los acantilados que le rodean que no son ni más ni menos que los del Silencio.
Una vez abajo la nueva perspectiva nos hace perder un poco su altivez...pero no todo en esta playa es el monolito , existe también un bello puente por donde se comunica en marea alta el mar
Entre el islote y el acantilado se forma un pasillo por donde el mar penetra con virulencia si este se encuentra agitado
Ya de vuelta observé como en la tarde soleada en que me presté a bajar como la Luna presidia el lugar bien temprano.
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