viernes, 22 de marzo de 2019

Ruta costera con encanto: De los acantilados del Infierno a Guadamía



Es este un buen plan para realizarlo en una mañana o tarde (5,6 km) y con unos  amigos -en mi caso para enseñárselo a  una parte de la familia de mi mujer- concluyéndolo o iniciándolo con un baño  en Guadamía.
Los acantilados del infierno están debidamente señalados a la izda una vez hayamos dejado atrás el campo de fútbol del Ribadesella siempre por la antigua nacional Ribadesella-Llanes y en dirección a esta.Una vez aparcados, el sendero  nos llevará sin pérdida hasta Guadamía si bien es verdad al final ,este, que va muy pegado a la línea costera está mucho menos marcado.
El primer lugar que llama la atención es el tramo acantilado donde se distingue un hermoso arco en la Punta Canto de Palo Verde con unos curiosos islotes al fondo


Este arco es perfectamente visible también desde el este



Avanzando nos acercamos a lo anteriormente citados islotes , los de Palo Verde y Palo Pequeño


   

Incluso existe una pequeña ensenada donde podremos acercarnos hasta la orilla del mar


El de Palo Verde es el que más llama la atención por su curiosa forma de vela


Ya lindando con los acantilados de Tomasón nos encontramos una península rocosa que se me asemeja por que no, al Picu Urriellu con otro pequeño arco


Una mirada atrás y vemos al Palo Verde y la Atalaya de Ribadesella


Ya estamos cerca de un lugar precioso y muy fotografiado pero como vamos justitos  de tiempo no paramos mucho , sí, se trata de la Ensenada de Oliencu que con su arco y monolito rocoso forma parte de uno de esos lugares mágicos de la costa asturiana.





Muy cerquita ya del área recreativa de Cuerres- al otro lado de Guadamía- nos encontramos con el "ojo" de Tuzarrizu , otro arco enfrentado al mar


Finalmente se acaba en la playa de Guadamía uno de los lugares más espléndidos  para darse un baño




Pd: Lo mejor para realizar esta ruta es dejar  previamente un coche en Guadamía y otro en los acantilados del Infierno




                                                                                                                                                    






miércoles, 6 de marzo de 2019

Una rara avis: Los Picones de Playa Castiellu en Pendueles

Esta playa es una excepción en la línea costera llanisca con sus  gravas y gruesas arenas oscuras a contraponer a las finas arenas blancas tan presentes en este concejo.Tal es así ,que no es muy aclamada para disfrutar de un baño llegada la época estival, pero sí para ser fotografiada gracias en gran parte al Picón o los Picones que son las muy características rocas que la presiden y que parece ser también tienen que ver con el otro nombre con la que es conocida además de Playa de Pendueles : "El Castiellu".
Para llegar a ella solo hay que tomar la señalización en la propia autopista del Cantábrico de Pendueles y una vez llegado al pueblo tomar el camino que pasa justo por encima del Restaurante/Parrilla El Chisperu y que sin pérdida alguna nos lleva al pequeño aparcamiento situado en lo alto de esta playa.
Decir que cada vez que he visitado esta playa el sendero de bajada esta peor y en una última ocasión conté hasta cuatro nuevos argallos en la ladera con desprendimientos de rocas y árboles uno de los cuales dificulta en gran medida lo que hasta entonces era una sencilla bajada ,pues te hace pasar por encima del derrumbe -tapa totalmente el sendero- y los troncos caídos  te hacen pasar justo al borde del acantilado. Pasar aún se pasa pero los menos atrevidos ya no lo harán.

Para fotografiar los Picones siempre he preferido un nivel de marea alto para que no aflore el tómbolo rocoso que los une a la playa , pero no muy alta para que se vea el arco que horada la aguja del Picón.






                                                      

Y así los he fotografiado tanto aún de día como ya  de noche



Los Picones lucen siempre bonitos ya sea fotografiado desde el frente o el este


                                                      

...precisamente en este sector  hay una pequeña cueva que sirve de marco al más lejano islote de Peñaquimera.


Pero la playa también tiene un aliciente en marea baja que es pasar hacia el sector oeste y fotografiar los Picones desde un lugar desde el cual jamás los había visto .

                   

Desde esta localización les he fotografiado con distintas luces y focales y al que sin duda volveré  para obtener la imagen soñada